Esta crema de choco-avellana es mejor que la Nutella
- Victoria Sagardía Calderón
- 16 feb 2022
- 3 Min. de lectura

Desde pequeña recuerdo echarme Nutella a la boca por cucharada. Yo siempre he sido bien particular con las texturas de mi comida (estuve años sin comer manzanas porque no podía bregar con la textura de la cáscara), y por esa misma manía me comía cucharada tras cucharada de Nutella, gozándome la textura chiclosa combinada con ese dulce característico. Literal supe ponerle Nutella a un chocolate por encima… Vamos, la Victoria niña y adolescente estaba bien puesta p’al moncheo.

Cuando me hice vegana a los 19 años, la emoción por cambiar a un estilo de vida más ético y conducente a mi salud mental y emocional pudo más que muchos antojos de monchis de aquel entonces. No porque de repente sólo quisiera comer ensalada (la fritanga sigue siendo de mis comidas favoritas, y si no me lo creen, recuerden que los sorullitos, arañitas, yuca frita y pastelillos de guayaba son veganos), sino porque de repente cualquier “snack” que tuviese leche, o algún derivado de productos animales en sus ingredientes ya no formaba parte de mi alimentación. Y les cuento que, aunque no extraño la Nutella, siempre le tuve un amor apasionado a la combinación de avellanas y chocolate, y siempre pensé que encontraría una manera de hacer chocolate con avellanas que 1) fuera vegano, 2) supiera delicioso y 3) fuera secretamente saludable.
En ese flow de experimentar con cacao y avellanas, acabé haciendo (sin querer queriendo) una versión de la Nutella de mi niñez, vegana, deliciosa y secretamente saludable.

No pare más. Ha pasado la prueba de textura (yo no soporto las mantequillas de nuez “chunky”), y es material de antojo. Es ultra rica con fresas y te la puedes comer sola. Lo mejor (y lo que más me vuela la cabeza) es que es secretamente saludable. No sabe “de dieta” ni te deja meneando la colita. En fin, regocijad, monchosxs, que aquí no vinimos a jugar.
Hoy les quiero dejar un post cortito, pero pompioso: la receta de la susodicha “nutella.” Si no tienes licuadora o “food processor” potente, o sencillamente no tienes el tiempo, pero quieres probarla, asegúrate de seguir la página de Casa Vegana de la Comunidad y buscar su carpa en los mercados (más detalles aquí). Gracias a que un día yo salí corriendo de mi casa a darle a probar de la nutella vegana a Anthony, fundador de Casa Vegana y a Stephanie de Peace N’ Loaf, Casa Vegana de la Comunidad está regalando sandwichitos de “nutella” en pan de Peace N’ Loaf. Corre pa’llá.
Si eres del corillo que le gusta intentar las cositas “home made,” intenta esta receta en tu casa y luego pasa por la carpa de Casa Vegana para que nos cuentes de cómo te fue.
Crema de choco-avellana
Por: Victoria Sagardía Calderón
Ingredientes:
1.5 tazas de pajuil (“cashews”)
2 tazas de avellanas (crudas o cocidas al horno)
1 taza de dátiles sin semilla
2 tazas de agua
1/4 taza de cacao (puede ser en polvo o con to’ y manteca)
Un pellizquito de sal
1 cda pasta de vainilla (opcional)
Una licuadora o “food processor”
Un recipiente con tapa
Proceso:
Coloca el pajuil en 1 taza de agua y déjalo remojando unos 15 minutos. Si no tienes tiempo, brinca al próximo paso, pero si logras hacerlo, tendrás una textura más cremosa.
Echa el pajuil, las avellanas, el endulzador, el cacao, la sal y la pasta de vainilla (si la vas a usar) en la licuadora o “food processor” con media taza de agua.
Prende la licuadora o “food processor” primero a una velocidad baja-media, permitiendo que se mezcle con el agua.
Pausa la máquina para mezclar los ingredientes lo mejor posible, luego vuelve a prenderla a una velocidad media o media-alta. Esta velocidad va a variar dependiendo de la máquina - la idea es llevarla a una velocidad en que veas que los ingredientes se están mezclando exitosamente.
Repite el último paso las veces que sean necesarias hasta que tu crema tenga una textura que te guste.
Disfruta con un pan tostado, frutas, o sola.
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